domingo, 3 de mayo de 2020

Reinventando: Parte 4

- ¿Alguna vez has sentido nostalgia de un momento cuando lo estás viviendo? Como si tuvieras ganas de apretar el botón de "pausa" y hacer eterna esa escena. Es sentir nostalgia del mismo presente... - dijo Daniela mientras miraba el cielo nocturno con pocas estrellas y muchas nubes. 

Pablo y Daniela solían verse casi todos los viernes por la noche para dedicarse un rato a conversar a solas sin distracciones de otras actividades o compañía de alguien más. Iban a la azotea del edificio donde ella vivía y se turnaban la elección del playlist. Compraban algo para tomar y picar para que los acompañe mientras dejaban que las horas pasen. Habían días en que los dos se quedaban callados mirando la hermosa vista que tenían de Lima, otros sólo se miraban y decían pocas cosas pero la mayoría de veces no paraban de hablar hasta la madrugada. Salían un poco más de un año y ninguno de los dos se había atrevido a romper la barrera que había entre ellos a pesar que sabían - sin necesidad de decirlo - que estaban enamorados el uno del otro.

Ella tenía algo que lo hacía sentir a él como si estuviera en su hogar y él tenía la paciencia que ella tanto había buscado. A pesar que nunca lo conversaron, los dos decidieron hacer las cosas de una forma distinta a lo usual. No se dejaban llevar por las emociones para encargarse de conocer a la persona que tenían al frente. Se mostraban tal cual eran, decían su forma de ver la vida y sueños a viva voz y evitaban juzgar al otro, preferían tratar de entender antes de precipitarse. Daniela aprendió a confiar y ser comprensiva en los días en los que ni él mismo se aguanta y Pablo aprendió a sentir ternura de la forma triste en que ella ve la vida. Sabía que siempre habría un poco de tristeza en su corazón porque es la emoción que más ha sentido y parece ser el lugar en el que se refugia cuando el estrés la agobiaba, pero tenía la esperanza que con el tiempo, podría ver sin tristeza al mundo.

- Me encantan los violines en el inicio de esa canción. Que no se entere Joaquín pero la versión tributo de "Quién me ha robado el mes de Abril" me gusta muchísimo más que la original - dijo Daniela con tono travieso mientras se acercaba al celular para poner otra vez la misma canción.
- Podría estar sintiendo nostalgia de este momento... - respondió Pablo sin mirarla y se paró a llenar las copas con un poco más de vino. Daniela lo quedó mirando sin entender del todo porque sentía nostalgia justo ahora y se dejó llevar por lo que hace meses quería decir.
- Te confieso algo... Contigo no puedo sentir nostalgia y me gusta eso porque no me había pasado antes. No podría sentir melancolía por una futura perdida porque la idea no puede existir ni en mi cabeza. Antes de ti, guardaba mucho miedo dentro de mi. Cada vez que me sentía feliz, pensaba que pronto pasaría o haría algo que arruinaría todo y por eso no me permitía sentir plena felicidad porque trataba de cuidarme de no sufrir. Ahora que lo digo en voz alta, me suena tonto jajaja. - Se detuvo para controlar un par de lágrimas que se querían asomar y tomó aire para seguir. - Pero llegaste un día y me diste algo que antes no me habían dado. Tiempo. Tiempo para conocernos, tiempo para enamorarme de ti y todo lo que eres, tiempo para construir un lazo de confianza, tiempo para escucharnos. Pablo, no tienes una idea de cuantas veces lo único que pedía era tiempo... - se detiene de nuevo para parar los recuerdos que comienzan a aparecer en su cabeza y callar los monstruos que se asoman sólo para arruinar la tranquilidad que sentía.
- Dani... 
- Sí, ya sé, mi lado sentimental apareció jajaja.
- Dani... ¿quieres ser mi enamorada?

Daniela lo escuchó y decidió dejar de aguantar las ganas de dejarse llevar por lo que sentía. Sé acercó a Pablo y lo quedó mirando con la seguridad de que él entendería que ella le estaba diciendo que sí con los ojos. Se acercó a él y le dio un tierno beso en los labios. Era la primera vez que sentían sus labios chocar, que tenían muy cerca sus corazones y él la envolvió en sus brazos para seguir besándola hasta que la luz de la mañana los encuentre.

Daniela ya merecía ganar en el amor
y esta historia recién estaba comenzando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario