miércoles, 27 de mayo de 2020

Amarse con paciencia

El concepto de amor propio es algo que todos tenemos adherido y somos conscientes que debemos amarnos. La sociedad nos bombardea de mensajes donde dice que primero debes amarte  para después poder amar a los demás, sin embargo esa misma sociedad no ayuda en el proceso con sus estereotipos, estándares, las redes sociales y las fotos con filtros perfectos, logros obligados: debes casarte, debes tener hijos, debes comprar una casa, debes entrar en un pantalón talla 28, debes tener la sonrisa de dientes perfectos, debes y más debes. ¿Si no quiero tener hijos? ¿Si no entro nunca en ese pantalón? ¿Si prefiero vivir en diferentes países y alquilar un hogar? Creo que a cada uno le funciona un estilo de vida distinto, no existe una receta para la felicidad, sólo basta con conocerse y amarse. 

Para ir del concepto al hábito, porque amarte es un hábito que debes cultivar, hay todo un proceso que involucra tiempo. No es que un día te levantas y te amas, se acabó la historia. Sería increíble que funcione así, de hecho hace unas semanas creía que el camino era más o menos así, que ya había entendido la formula mágica y tenía todo bajo control. Sin embargo, hoy mientras meditaba sentí una tristeza profunda y honestamente lo primero que hice fue juzgarla y enojarme. En ese momento, caí en cuenta que no había entendido nada sobre el amor propio ya que cuando lo sientes abrazas tus lados oscuros porque llegas a un punto en que aceptas que están ahí y siempre lo estarán, y habrán días en que te enojarás y entre reprimir el enojo y luego vomitarlo cuando no puedas contenerlo más o decir abiertamente que estás enojada y permitirte sentirlo, lo segundo significa que por fin te conoces y te aceptas como eres. Pero además de esto, me faltaba un ingrediente más en la fórmula y es la paciencia.

Mientras escribo esto, compruebo que la sensación con la que desperté el día lunes fue amor propio. Fue un breve instante, que no duró más que un par de minutos, en que sentí que todo estaba bien: mi vida estaba bien, el mundo estaba bien, y esa seguridad nació de mi. Ahora soy consciente de la capacidad que tengo para amarme y aceptarme como soy, sin embargo, habrán días como hoy en que retroceda y me meta un autogol, en que haga cosas que sé que me hacen mal y dejo de ser coherente a pesar que ya sé como todo va a terminar. Es como si mirará como la pelota está entrando a mi arco y yo me quede parada, siendo espectadora de mi propia vida sin hacer nada para frenar a esa pelota. 

Sé que necesito ser más paciente conmigo. Interiorizar que este proceso tomará tiempo, meses, años o quizás toda mi vida, no estoy segura pero lo que sí estoy convencida es que el camino está lleno de decisiones y responsabilidades que sólo dependen de mi. No puedo seguir excusándome y mintiéndome, porque de cierta forma me hago daño. La incoherencia si que lastima y aunque haber cambiado la rutina haya hecho algunos desbarajustes, no puedo permitir que estas cosas sigan sucediendo. 

Hace un año y tres meses decidí dejar de fumar porque cada vez que lo hacía tenía una faringitis que me duraba como mínimo una semana. Créanme que no paré hasta que llegué a un cuadro tan complicado que estuve en la clínica con intravenosa por cuatro días seguidos buscando que así no sea necesario que me operen. Antes de ese evento, traté de dejarlo por años pero no podía porque cada día me mentía diciendo: "Este será el último cigarro" y de último en último se hizo un hábito de muchos años. De la misma forma que hice con el cigarro, debo terminar con todo aquello que sé que me hace mal porque es una decisión que depende de mi y debo hacerme cargo. Pero da miedo. Da miedo llegar a ese último cigarro y saber que nunca más volverás a sentir la sensación del humo entrando hacía tus pulmones y haciendo tu cabeza girar. Da miedo esa ansiedad de los primeros meses sin fumar en que estás entre que ahora sí puedes correr una manzana sin ahogarte y las ganas de una última piteada por los buenos tiempos. Da miedo cuando ya pasaron meses y estás en una reunión donde todos a tu alrededor fuman y quieres comenzar a mentirte diciendo que un cigarro cada cierto tiempo tampoco es tan malo. Los cambios realmente dan miedo.

Pero saben que aprendí en esa experiencia, 
que el amor propio es el antídoto del miedo.

1 comentario:

  1. "El amor propio es el antídoto del miedo"...like, con paciencia miedo.
    G

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