jueves, 14 de mayo de 2020

Mundo Binario

¿Y si nos damos permiso para ser humanos?

Llevo días dándole vueltas a esa pregunta. La idea de ser perfectos y vistos como buenas personas parece ser, hoy en día, algo muy importante. Yo - con lo que sé de vida - presiento que el camino de ser una mejor persona no va por ahí pero no lo sé a ciencia cierta. Sólo puedo contar lo que a mi me ha pasado y cada vez que he intentado comportarme dentro de la burbuja de ser una buena persona, esforzándome por hacer / decir / sentir lo que aparentemente es correcto, me he decepcionado y no sólo porque al final no logré conseguir lo que quería si no porque no fui fiel a mi misma.

No es novedad decir que nuestra sociedad nos lleva por ese camino. La foto perfecta, el platillo perfecto, la relación perfecta, el trabajo perfecto, el cuerpo perfecto. Lo más increíble es que hasta dentro de una situación tan complicada como un aislamiento social se espera que usemos este tiempo para ser productivos. ¿Acaso unas semanas sintiéndote frustrado y triste, sin ganas de hacer mucho, no es igual de necesario que llenarnos la mente con información al leer un libro? ¿Es que acaso la tristeza, la ira, la frustración, el enojo, la desilusión, la decepción no son parte del paquete de ser una buena persona? 

Creo que el problema es que vivimos en un mundo binario en donde o somos buenos o no lo somos, o somos homofóbicos o no lo somos, o somos feministas o no lo somos, o somos dramáticos o no lo somos y al parecer no existen matices ni términos medios. Fue gracioso que mientras daba vueltas en esto y no lograba desenredar mis ideas, vi un vídeo que mencionó algo que me hizo reflexionar aún más: "En una definición binaria no hay lugar para mejorar."

A veces en el camino de buscar ser mejores personas es fácil perderse y enfocarse sólo en lo negativo que queremos cambiar hasta llegar al punto de buscar formas de ocultarlo. Sin embargo, uno de los caminos para sentirnos plenos con nosotros mismos es aceptar que esas cosas negativas también son parte de nosotros y siempre estarán allí, por eso lo que toca hacer es comenzar a construir sobre nuestras fortalezas. Es probable que llegué el día en que gracias al aprendizaje de vida y grado de madurez se pueda reducir lo que no nos gusta hasta que sea una expresión tan pequeña que no moleste o traiga problemas visibles o podamos llegar a pensar que ya no somos eso que solíamos ser, pero no desaparecerá. Estará ahí, latente, recordándote que eres un ser humano - complejo y con defectos - y eso es un hecho.

¿Y si desde hoy nos permitimos ser humanos y aceptamos que tendremos días en que actuaremos de una forma que parezca que no somos buenas personas?, pero sin quedarnos con esa idea porque una situación no te define. No vivimos realmente en un mundo binario donde sólo existen los absolutos. No significa que porque no pudiste ponerte en los zapatos de otra persona en una situación, se eliminó de pronto todas las veces que fuiste empática con el entorno que te rodea. O porque perdiste la paciencia y reaccionaste de una manera que no te gustó, eso te sentencia a ser un desastre.

Creo que se necesita más gente humana en el mundo, más personas sensibles, libres de juicios y casillas de "bueno" y "malo", que no encierren cada situación mala en una definición de "tóxico", que por lo menos a mi hasta el día de hoy no me queda claro a que se refieren cuando utilizan esa palabra. Se necesitan más personas reales, que cometan errores sin tratar de ocultarlo y aceptando que seguro toda su vida se seguirán equivocando. Personas que no repitan el mismo discurso que leyeron por ahí sin cuestionar ninguna palabra. 

Se necesita un mundo sin etiquetas en donde 
la respuesta sea siempre actuar desde el amor.

1 comentario: