Daniela era el tipo de chica que no le gusta llamar la atención pero siempre lo hacía ya sea por sus comentarios sinceros que a los demás les provocaba reír o porque pasadas las 2 am aceptaba cantar acompañada de una guitarra. Estaba acostumbrada a hacerlo desde muy pequeña y dejarse admirar por la música. Tenía una conexión muy fuerte con la trova y música clásica, la sacaban de su día a día, de sus problemas existenciales y hasta de ella misma. Tal vez fue por eso que su primer amor fue alguien que aprendió a tocar en sus ratos tristes - y terminó siendo un experto - y la enamoró con canciones de su cantante favorito.
La noche que ella cantó por primera vez en un bar y frente a un público por atrevimiento de Andrés fue mágica y marcó el inicio de una etapa que cambiaría su vida por completo. Esa noche fue libre, a pesar de tener los ojos de todos sobre ella. Esa libertad de no pensar y sólo dejarse llevar por la melodía, vibrar con todo el cuerpo y entregar parte de ella a desconocidos era lo que necesitaba para reconectarse consigo misma.
Al día siguiente de esa noche, prendió su computadora muy temprano y buscó en internet una academia para estudiar teatro musical. La niña que jugaba a ser parte de un musical de Disney tomó el control y le recordó lo que te apasiona.
- Hola Ximena, ¿tienes un ratito para conversar?
- Sí Dani, ¿qué pasó?
- Voy a presentarme a un casting. Es que no hay nivel principiante. Ni modo me lanzaré al intermedio. ¡El taller termina con una obra! ¿Te imaginas? ¡Yo en una obra de verdad! - dijo Daniela muy rápidamente, la emoción envolvía todo su ser.
- Dani, Dani, más despacio que no entiendo. ¿Casting de qué? ¿Taller de qué?
- Ay, lo siento. A ver, he decido estudiar teatro musical, entonces hoy estuve buscando academias pero el nivel básico inicia el próximo año. No quiero esperar tan tiempo, entonces el nivel intermedio inicia en un mes pero tengo que ir a un casting. Es eso, me lanzaré a la piscina y estoy acostumbrada a darme de cara, entonces no tengo nada que perder.
- ¡Wooow! Me encanta, que increíble. - A Ximena no le quedaba el tema claro del todo pero le daba alegría escuchar a Daniela emocionada después de tanto tiempo.
- ¿Me acompañarías al casting?
- Sí Dani, siempre para lo que quieras.
- Tengo miedo Ximena. ¿Y si no soy lo suficientemente buena? - Daniela se quedaba en silencio mientras pensaba en los posibles finales de ese casting.
- Daniela, ¿te acuerdas de ayer? ¿a todos pidiendo que cantes otra? Hasta Rafa quería que cantes otra canción y ya sabes como es el jajaja.
- Sí...
- El día que te veas como nosotros te vemos... - había un poco de tristeza en sus palabras. Realmente le dolía la poca confianza que se tenía una de sus mejores amigas.
- Todo saldrá bien, nos vemos más tarde en casa de Rafa y te cuento todo con más detalle.
- Dale Dani.
Daniela colgó el teléfono, dejó los pendientes a un lado y se recostó en su cama. Cerro los ojos y en automático el rostro de Sebastián apareció en su cabeza. Sus ojos verdes, grandes y tristes que brillaban cuando ella aparecía. Su cara sin expresiones a la cual ella le dio vida. Los días de universidad en que no importaban muchas cosas, solo tener un break de un par de horas para tirarse en el parque a escuchar música. Repasar todas las promesas que se quedaron en el aire cuando aceptaron que esa relación no daba para más.
Eran pocos días desde que él la había llamado a contarle que tenía nueva relación y a pesar que eso aún le afectaba, tenía muchas ganas de llamarlo y decirle lo que había decidido. Se preguntaba cuando llegaría el día en que podrían ser amigos como habían prometido al iniciar la relación, cuando eran unos niños que jugaban al amor y a los para siempre.
***
- Hola, mi nombre es Daniela. Soy cantante de garaje y me siento muy nerviosa de estar aquí, frente a ustedes. Voy a cantar Belle, espero que les guste.
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