domingo, 7 de junio de 2020

Realidad

Estos últimos días, recibí mis notas y fueron casi perfectas. Estaba sorprendida porque había apuntado a sacar "C" ya que siento que aún me falta para tener una buena redacción en otro idioma y, a pesar de tener amigos que querían darme una mano y revisar mis trabajos, decidí que lo haría sola. No por un tema de ego, si no porque me ayuda a confiar en mi y es lo que ahora necesito. Pero al tomar esa decisión, no pensé que llegaría el día en que me conectaría a una clase y el profesor me diría que disfrutó leer el análisis que había hecho, que le gustó mi pensamiento crítico y el enfoque de la teoría a la practica. Me dieron ganas de preguntarle: ¿seguro que está hablando de mi? pero sólo me reí y agradecí sus comentarios. Sin embargo, llegó una "nota mala" en un curso que lo dicta un profesor estadounidense que encima es abogado, saque C+ y tengo varios párrafos resaltados por errores de redacción y vocabulario.

Después de tener notas tan buenas, recibir un C+ fue una estocada al ego. Le envié un audio a un amigo en que le decía que ese curso me había regresado a mi realidad que era que no domino el inglés lo suficiente como para estudiar una maestría en ese idioma, que debo volver a inscribirme a clases, que no sé que estaba pensando cuando tomé esa decisión, blablabla. Me dijo algo que citaré aquí:

"Entiendo que te ponga triste cuando llega una nota mala, 
pero no digas que estas de vuelta a la realidad, 
si tu realidad era que estabas de A en A"

Ese mensaje fue un balde de agua fría y me hizo pensar cuantas veces he creído que mi realidad son mis defectos, los errores que cometí, las veces que me esforcé e igual todo salió mal. Cuantas veces esa ha sido mi carta de presentación cuando he conocido a alguien - Hola, mucho gusto, mi vida está llena de buenas intenciones pero me paro equivocando - y a pesar que trabajo mucho en mis pensamientos, cuando estoy en piloto automático me cuesta parar un rato y reflexionar para no dejarme llevar por lo que siento, tal como me pasó ese día.

He estado leyendo algunas investigaciones y caí en cuenta que esto no es un tema personal, es un tema cultural. No nos enseñan a enfocar la vida en lo positivo o no nos resaltan las cosas buenas con tanta frecuenta como los errores. Cuantas veces, en el trabajo, cuando te dan un feedback es porque hiciste algo mal o debes mejorar en algo, pero cuando haces un buen trabajo y sale una gran campaña, los comentarios son muy pocos porque la mayoría da por sentado que así debería ser. Cuantas veces tu pareja te pide para conversar cuando algo le molesta pero no dedica tiempo en decirte cuando aportas en su vida. A cuantos de nosotros nuestros papás nos han puesto sus sueños frustrados en nuestra mochila y ese bicho llamado "perfección" en la que tener una nota baja significaba ser mediocre y en la que cometer errores está mal. Sin embargo, hoy ya somos adultos y tenemos que hacernos cargo de nuestra vida sin guardar resentimientos o buscar culpables por ser como somos. Hoy, debemos ser nuestros "nuevos padres" y enseñarnos con paciencia a cambiar el enfoque.

Darme cuenta de esto fue más tangible cuando estaba leyendo un libro y en uno de los casos de estudio mencionaba una lista de diez cosas que haces bien - te invito a hacer este ejercicio - y lo que me pasó fue que comencé con cuatro o cinco ideas que fluyeron muy rápido pero luego comencé a cuestionarme: "¿realmente soy buena en lo que digo? pero... debe haber gente que lo hace mucho mejor". Todo lo contrario pasa cuando me pides hacer una lista de defectos, la tengo enmarcada en mi cerebro de color dorado para no perderla de vista y no me verás dudar, al contrario, tal vez seré demasiado dura conmigo y me inventaré defectos. ¡Qué difícil me hago la vida!

Cada mensaje llega a nuestra vida por algo. No existen casualidades. Entonces voy a trabajar en entender que si tengo 4 cursos en A y uno en C+, es más probable que mi realidad sean las A que la C - aunque mi lado ingeniero haría un promedio y diría que puede estar más cerca a un B+ -, desde ahora quiero felicitarme por cada buen trabajo que haga, sin importarme si alguien más lo notó. Esto es parte de amarme y ser consciente de lo bueno que llevo dentro.

Siempre repito lo de aceptar los defectos y las sombras que tenemos dentro pero hoy quiero que la intención sea otra, quiero que nos enfoquemos en la luz para que brille aún más. Si estás leyendo esto, detente un ratito en tu día y mira desde afuera qué es lo que haces bien, felicítate por el buen trabajo que estás haciendo, date un fuerte abrazo, tómate una cerveza contigo y ¡anda por más!.

Yo estoy segura que mi lista de fortalezas es más pesada que mis debilidades, que mi realidad no la define un evento negativo, una nota, un error, una opinión ajena, porque decido que mi realidad esté basada en las cosas que hago bien, en el esfuerzo que le pongo para que sea así, en la buena onda y corazón que entrego a cada cosa en la que me involucro y en la vocación de servicio que me caracteriza.

Esa es mi realidad, y para ti,
¿cuál quieres que sea tu realidad?

4 comentarios:

  1. Se debe tener cuidado en la negación de los actos negativos en nuestra vida. Por ejemplo, al cometer un acto negativo, minimizarlo y no aceptarlo, a tal punto de taparlo con las acciones buenas o intenciones buenas, no interiorizando la realidad.
    Se debe aceptar y reconocer lo malo como parte de uno, interiorizarlo, tomar acción para no volver a hacerlo, sobretodo cuando se hizo daño a otra persona o a uno mismo.

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    1. Gracias por compartir tu opinión. Mi intención no es negar lo negativo, al contrario, sin embargo ayer me nacieron las ganas de cambiar el enfoque y que mi intención sea centrarme en la luz buscando brillar más. ¡Ya veremos que pasa!

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    2. A veces dar una opinión resulta más importante que leer lo que el texto busca trasmitir... triste que alguien lo haya visto así, porque hay muy buen contenido en este post.

      Braian

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    3. Las opiniones tienen base en experciencias y creencias propias. Te lo comparto porque a mi me pasó, fui alguien que por ser muy bueno creí no cometer acciones negativas y cuando lo hice, choqué contra una pared enorme, mi ego y yo chocamos.
      He leído algunos de tus post y siempre resaltas tus cosas buenas y las no tan buenas, tranquila, que estoy seguro que con ambos como parte de ti brillarás!

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