domingo, 27 de enero de 2019

Sorpresa

Cuando lo encontré bailando al lado de la barra, lo primero que pensé que decidir no contarle a ninguna de mis amigas que había vuelto a salir con él fue la mejor decisión que pude tomar en la última semana. De hacerlo, me habrían dicho que era una tonta por creer que las personas cambian en tres meses. Debo confesar que sí le creí, siempre creo lo que me dicen las personas a pesar que mi psicólogo me haya repetido varias veces que después de cierta edad es muy difícil cambiar tu esencia. Pero si yo decidí mejorar y aunque en el camino la he cagado varias veces - algunas cagadas sí que olieron feo -, siento que he podido re-invertarme y mejorar en muchos aspectos de mi vida. Entonces, si yo pude, ¿por qué no podrían los demás? Eso es lo que pienso, soy una ternurita ¿verdad? Es fácil agarrarme de ilusa pero, aprendí a dar la vuelta a la página y rápido, no me vengan con huevadas.

Sólo fueron dos salidas y menos mal que no le permití meterse bajo mis sábanas otra vez a pesar que desde que nos reencontramos la cosa fluyó. Antes creía que sólo fluía con algunas personas y cuando vivías algo así tenías que aferrarte a ese sentimiento porque era muy difícil volver a encontrarte con algo así pero luego me di cuenta que con cualquiera que has tirado alguna vez, logras tener esa conexión que fluye. Puedo sonar a que con los años deje de idealizar el amor y sí, es así y es lo mejor que he podido hacer.

Gracias a tantas novelas mexicanas, las más dañinas en su especie porque embrutecen el cerebro más que ver un reality de moda, otras tantas películas de Disney y las viejas y confiables comedias románticas, solía creer que todo estaba destinado a ser, que al final de la historia, todo se arreglaba y terminaba con un beso de "felices para siempre". La mermelada siempre ha sido parte de mis días. Que aparecerte a medianoche en la puerta de su casa con carita dulce y pedir disculpas, era la máxima expresión de amor. ¿Por qué no me dijeron que así no funciona en la vida real? ¿Qué eso sólo te hace ver lo obsesiva y poco amor que te tienes? En fin... Hoy por hoy, sé que mi definición de amor esta errada. Entonces, ya no sé. Intento entretener mi tiempo en otros temas porque cada vez que me tocan el tema de relaciones amorosas, me cuesta mucho seguir el tema, tengo una lista de intentos fallidos que cuando cuento el resumen, me miran con una cara de "ni en broma has hecho todo eso, ¿dónde está la puerta de salida?". Bueno sí, tampoco me gano el premio mayor pero he cometido mis errores de adolescente hasta los veinticinco. Hoy por hoy. estoy como un libro en blanco, buscando que es el amor y como se siente. Todo lo que viví fueron mentiras y lo siento por cada uno de mis exs, porque lo que les di fue cualquier cosa menos amor, espero que al menos los haya divertido porque si no, fracasé hasta como persona graciosa y eso no lo permito.

Retomando mi historia y contando algo de lo que sí estoy segura es que cuando lo vi bailando sentí traición. No teníamos una relación pero me dijo que había cambiado y las juergas quedaron en segundo plano, que volvería temprano, que si yo quería podíamos vernos el sábado en la noche porque no haría nada. Pero ahí estaba con sus amigos, y yo no sabía si acercarme o no. Lo que hice fue salir a tomar aire y hablar conmigo. Dije algunas cosas en voz alta por lo que un borrachín de la discoteca que se ganó con mi speech en contra de los de su género se me acercó diciendo "tranquila flaca, te invito a un trago". Lo miré con cara de "¿es en serio?" mientras escribía un mensaje de texto, que hoy por hoy no recuerdo mucho que decía pero en síntesis decía que ya se acabó todo para siempre y que no me escriba porque me cuesta mucho dejar un mensaje en leído. Nunca contestó. Creo que ni lo leyó...

¡Sorpresa!, te enamoraste de un patán.
Otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario