Otro apagón en el barrio y esta vez si le iba a pedir a mama que me deje salir a jugar a las escondidas con los demás. Nunca entendía porque debía llegar siempre a las 08:00 pm, a veces pensaba que era porque teníamos que cenar todos juntos y tener nuestro momento del día en familia, pero cuando me encontraba sola en la mesa era cuando iniciaban mis dudas. De esas que siempre dan vueltas en mi cabeza y muy pocas veces las repito con voz. Sin embargo, siempre concluía que era sólo por molestar y porque sabían que era la más fácil de controlar ya que mi hermana desde muy pequeña siempre regreso a casa a la hora que se le hacía más fácil. No se si fue porque mis papas andaban cansados de hacer criado a una hija o fue el carácter indomable de mi hermana que ganaba sobre las reglas. En ese momento no tenía tiempo para inventar excusas, sólo sabía que eran las 08:30 pm, ya habíamos cenado y estaba vez le pediría a mama para salir a jugar a las escondidas. Pero, ¿como lo haría? Insistir nunca funcionaba y menos poner voz de niña tonta y engreída. Necesitaba una forma de poder salir a jugar, no importaba si no se daban cuenta, ya mañana era otro día.
Cuando de pronto se me ocurrió la mejor idea...
- Mamá, ¿jugamos a las escondidas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario