En ese momento entendió que los personajes de una
historia no se clasifican en malos o buenos ni en víctimas o culpables, como
había aprendido cuando era niña viendo telenovelas mexicanas con la nana de
turno. Comprendió que las personas cambian de rol constantemente, en cuestión
de segundos la supuesta víctima deja en evidencia que tan “víctima” no es,
algún acto egoísta que daña a terceros, cuartos y hasta quintos tiene escondido
bajo la manga o en el celular. A pesar de eso, sigue creyendo, ilusamente, que ella
es la máxima expresión de culpabilidad dentro de los rangos que una chica de
veinte y más puede serlo. Lo considera así por la simple razón de sentirse infeliz
arruinando momentos de felicidad en vez de agradecerlos. Sin embargo, hace poco
se sintió un tanto víctima de esos tantísimos “déjalo fluir” que otros utilizan
para justificar sus ganas de algo o todo, sin definir los límites de “todo”
pero teniendo cada movimiento calculado para lograr lo que buscan.
Pasándose de curiosa tomo su celular y comenzó
a revisarlo, no es algo que haga siempre porque sabe que se enoja muy rápido y hará un tremendo lío de algo tan pequeño y pelear es lo último que quiere hacer
ahora. Abrió la carpeta de fotos y encontró algunas que no se esperaba pero que
tampoco le hicieron sentir celos o algo por el estilo, sólo pensó que no era
tan bonita como ella creía. Todo cambio cuando encontró una nota que hubiera
deseado haber releído unas cuantas veces más pero la historia no le pertenece y
no sintió correcto leer detenidamente a un corazón que no conoce y a quién
perjudicó con las decisiones que ha tomado, afectando directamente su
felicidad. Sin embargo, al leer la oración final recordó una historia paralela
y sintió un poco de envidia de no sentir lo mismo que ellos, tal vez fueron las
expectativas de algo más o es que ella no se deja llevar de la misma forma que
la mayoría lo hace hasta perderse en otra persona. Ahora no tiene sentido
recordar esa historia aunque aún siente presente en el ambiente el olor de esos
días y aún está archivada en un bloc de notas de su vieja computadora de
escritorio.
Terminó su lectura y sintió como si una niña describiera
por primera vez el cuarto de su más reciente novio y las caricias que el le da como señal de amor en el mismo cuarto que ella ha
visto cambiar hasta llegar a lo que es ahora y sintió que algo dentro de si tenía que huir.
“Dime que esto es
mentira”.
Inventar cualquier excusa para sentirse mejor
siempre será una buena opción y recordar que ella también ha hecho cosas
parecidas le quitó la pena de encima. A pesar que no pudo decir palabras por
unos minutos terminó dándole un beso, sonriendo y pensando cómo podía llevarse
tan fácil todo. Pero de que puede quejarse alguien que también se lleva fácil.
lo maximoo dree!!
ResponderEliminar