Llegamos a casa, coloqué las llaves en la mesa, mi cartera en el mueble y la torta encima del refrigerador. Entré al baño a lavarme la cara y esperaba encontrar en el espejo las respuestas que en la cama ya no encontraba. Sin suerte, intenté aparentar que olvidaba lo sucedido horas atrás y dibuje la sonrisa más falsa con un mensaje secreto "te mataré mientras duermas" .Me miraste y noté que te encontrabas entre un "hace 6 meses que no soy feliz" y un "olvida todo lo que dije en el camino, sólo bésame" pero pronunciaste un "¿más torta, querida?" como si un poco de dulce podría cambiar el amargo sabor de la verdad retenida por años. Teniendo la esperanza de que esos minutos servirían como "tiempo fuera" y calmar el corazón que acababas de destruir - ingenuo, mutilaste el alma de la única persona que soportaría estar con un ser tan egoísta y prepotente como tú - pero hacerte entender es tan inútil como decir que el lunes comenzaré la dieta. - "Sí, quiero un poco mas de torta".
No hay comentarios:
Publicar un comentario