La alarma hacia el anuncio que comenzó una nueva semana y las ganas de silenciar la estruendosa melodía y olvidar la extensa lista de pendientes para la semana invadieron mi cuerpo, unas voces confirmaban que debía despertar; me encontraba entre un café y el mal humor de día Lunes. Me levante para iniciar el día y caminé a ciegas hacia la ducha deseando que esto sea una pesadilla y que en la realidad aún me encuentre durmiendo. Volví a recostarme en la cama y comencé a buscar en mi mente algún recuerdo que me haga olvidar la rutina y el inevitable sueño que sentía cuando de pronto tu rostro se adueñó de mi mente y te encontré junto a mi...
"Está anocheciendo y es romántico".
Repetía una y otra vez mientras me perdía entre tus cejas, el olor a tabaco y un corazón ahogado en el deseo; sonreía para no dejar escapar el miedo e intentaba mostrar la infinita y falsa experiencia que poseo. Tus ojos mostraban un amor tierno y sincero, afirmaban que soy la mujer más hermosa que has podido sentir y evidenciaban el deseo de dejar impregnados nuestros olores en la alfombra, jugar con nuestras manos, volar hacia un universo donde los dos somos uno y liberar sudores sin pudor. No podía pronunciar palabras, mis sentidos estaban dominados por tus caricias; la radio escogió una canción de Aute para liberar deseos y note que ahora eras tú quien sonreía, te veías con tanta dulzura...
Así te recordé esa mañana, regalándome miradas atrevidas, recorriendo tus dedos por mi rostro con gestos de amor; tus labios lograron que el amargo café pasado se endulzará con sólo besos, que el mal humor se sienta feliz, que la mañana del día Lunes se prolonge para poder soñar un poco más...
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